La profesión de enfermería no ha sido reconocida plenamente como tal a pesar de que, en los últimos 65 años, el desarrollo de ésta como disciplina ha sido innegable; esto se debe, principalmente, al ingreso de enfermeras y enfermeros a programas de posgrado y doctorado, lo cual ha promovido el interés por el conocimiento y la investigación.
Sin embargo, diversas investigaciones señalan que realmente estos avances, aunque significativos en el desarrollo de teorías, modelos y procesos de enfermería; no se han apreciado en los diversos escenarios.
Lo anterior se le atribuye a varios factores, entre los cuales destaca el hecho de que la atención a los cuidados de las personas ha estado tradicionalmente circunscrita al ámbito de lo cotidiano, mientras los aspectos teóricos continúan en desarrollo y perfeccionamiento. Según explican Guerra (2001) Benavides (2002) y Cano (2004); todo ello implica que la enfermería perpetúe fundamentalmente su práctica en el modelo médico, generando dificultades para que el personal de enfermería implemente una metodología propia que permita evidenciar la evolución de la enfermería, principalmente en el proceso enfermero, a pesar de tras casi 60 años de surgimiento del mismo y pese a los avances en la aplicación del método científico (Guerra, 2001; Benavides, 2002; Cano, 2004).
Todo esto implica para las instituciones educativas y de salud una gran responsabilidad y una ventajosa posibilidad de diseñar metodologías de Educación Avanzada para que los profesionales de enfermería aplique un método de actuación científica representado por el Proceso de Enfermería a través del cual forje su profesionalidad, funcionalidad social, conducta ética y satisfacción personal para el beneficio de la población; consolidando así el potencial humano del país. Esto evidencia la necesidad de nuevas vertientes de superación profesional académica como vías para la adquisición, ampliación y perfeccionamiento continuos de los conocimientos y las habilidades básicas especializadas; las cuales son fundamentales para desempeño óptimo de sus responsabilidades y funciones laborales. Zubizarreta (2000) también enfatiza que son evidentes las manifestaciones del personal de enfermería por superarse, para desarrollar sus potencialidades intelectuales, las cuales le permitan mejorar la calidad de los servicios que brinda, así como el incremento de la productividad, la eficiencia del trabajo y la producción científica encaminada a la solución de diversos problemas.
Otros factores que influyen en el progreso de la enfermería moderna son: la escasa formación sobre el proceso enfermero, así como algunos fenómenos dentro del propio sistema educativo y del sistema de salud, los cuales impiden que las enfermeras y enfermeros capacitados se les dificulte conectar la teoría con la práctica. Por otro lado, existe también poca credibilidad y preparación de las enfermeras en la implementación de planes de cuidado de enfermería estandarizados; por lo cual se requiere que el personal de enfermería tenga una visión clara de los principios científicos y filosóficos orientados a la generación de una práctica que se actualice, evidencie y describa su contribución profesional a la salud de los individuos, grupos, comunidades y población en general. Benavides (2002) menciona que la disciplina de enfermería no podrá llegar a ser una profesión como tal si no se fortalece su práctica a través de la educación y la investigación.
Para ello, es necesario reflexionar sobre cada una de las actividades profesionales y sobre el entorno laboral donde se desenvuelve la enfermera; al respecto, (Cano, 2004) refiere: “el cuidado de enfermería aún es una tarea invisible socialmente, a pesar de poseer una gran importancia social, un valor económico considerable y relevantes implicaciones políticas”.
En la actualidad se requieren profesionales de enfermería que cuenten con altas competencias y avanzadas capacidades para el liderazgo y la investigación científica, técnica y humanística como recursos para enfrentar los desafíos del progreso moderno.
REFERENCIAS
Cano, C. G. (2004) Enfermería y Genero tiempo de reflexión para el cambio.
Index Enferm. (Online) Vol. 13 No. 46, pp. 34-39.
Recuperado de:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962004000200007
Benavides, T. (2002) La investigación en la Enfermería Mexicana Análisis
de Contexto Nacional e Internacional. Recuperado de:
http://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=46092
Zubizarreta E. (2000) La Educación Avanzada en Enfermería. Realidad y desafios.
Rev. Cubana. Recuperado de: http://bvs.sld.cu/revistas/ems/vol14_3_00/ems04300.htm
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