viernes, 6 de diciembre de 2019

El cuidado la esencia de enfermería



Por: M.C.E.Diana Pamela Murillo Saldivar Jefa de Departamento de Enfermería Hospital Comunitario de Comonfort

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El cuidado es inherente a la condición humana, es el objeto de estudio de la profesión y de la disciplina de enfermería, el cuidado de uno mismo y del otro es un arte ético, estético y ontológico que favorece el desarrollo de la persona cuidada y del ser cuidador hacia la búsqueda del bienestar durante todo el proceso de la vida hasta el final. Es un proceso terapéutico, es la expresión del trabajo amoroso, científico y técnico, que el profesional de enfermería realiza, para desarrollar sus potencialidades, construir formas de bienestar, mantener la vida, recuperar la salud o para preparar para la muerte, que ocurre en los diferentes escenarios. El papel del líder de enfermería en la gestión de la salud es muy importante para garantizar un cuidado de enfermería de calidad y con calidez, que vaya “más allá” del plano físico, emocional, psicológico y espiritual, un cuidado enfermero que pueda trascender y aportar al crecimiento de la disciplina. 

El cuidado es la esencia de enfermería, y como ya lo hemos abordado con anterioridad, el ejercicio profesional de enfermería ha sido vinculado a diferentes momentos históricos, modificándose en su representación, lo que ha generado estereotipos en la sociedad y en la propia profesión; esto es debido a que durante varias decidas existió una imprecisión para definir lo que verdaderamente implica el cuidado en la práctica de enfermería y esto ha desencadenado limitantes en el desempeño profesional.
Durante muchos años la labor de enfermería se ha caracterizado por actitudes que evidencian un cuidado categorizado y direccionado solo a realizar procedimientos rutinarios como administrar medicamentos, canalizar una vía periférica, registros de enfermería, etc., dejando en segundo termino lo que “el ser cuidado necesita o espera de su cuidado”.1

Este actuar de la enfermera (o) para el cuidado de la persona ha generado una construcción de la imagen deshumanizada del profesional de enfermería, con poca visión para el cuidado, sin sensibilidad ni empatía, aspectos primordiales para el para el paciente y que valora en el personal de enfermería.

Por otro lado el cuidado que ejerce la enfermera (o) queda difuminado en el acto médico, ya que existen evidencias significativas que muchos profesionales de enfermería realizan intervenciones dependientes (dando seguimiento exclusivamente a indicaciones médicas) y reflejando una imagen que atiende solo aspectos técnicos más que profesionales. Si embargo esta razón se ve comprendida a que históricamente la enfermería a sido ejercida de manera subordinada a otras profesiones, principalmente a la médica, limitando el verdadero sentido del “cuidado”.1

 
El cuidado esta definido como un acto basado en conocimiento, responsable, integral, continuo y empático; sin embargo este se ve influenciado por limitantes que condicionan su quehacer, entre ellas las carencias institucionales de recursos humanos y materiales, jornadas prolongadas, turnos rotatorios, frecuentes cambios entre áreas de diferente especialidad y escasas horas descanso, así como actividades agregadas de competencia de otras disciplinas; estas condiciones pueden afectar el perfil del rol de enfermería y dispersar un sin número de tareas que distan a la enfermera (o) de proporcionar un verdadero cuidado.1

Por otra parte el cuidado de enfermería esta caracterizado por una variedad de determinantes sociales, estereotipos, mitos y creencias de parte del colectivo de enfermeras que reflejan un eterno sentido vocacional, sumiso, sacrificado y profesional, esto hace que la enfermera (o) identifique los actos de mayor responsabilidad en el campo de acción de los médicos, muchas veces devaluando sus propias capacidades profesionales. Cabe mencionar que estas actitudes, en ocasiones se acompañan de otras dificultades de orden profesional, entre las que destacan condiciones laborales altamente desgastantes, sobrecarga de actividades que como consecuencia reflejan a simple vista un cuidado poco humanizado.1



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